Timbara ofrece a los visitantes un abanico de maravillas naturales y tradiciones auténticas.
Timbara, una joya escondida en la provincia de Zamora Chinchipe, se presenta como un destino rural que combina la exuberancia natural de la Amazonía ecuatoriana con la rica cultura ancestral Shuar. Esta parroquia, ubicada en el cantón Zamora, se erige como un lugar idílico para vivir experiencias únicas, ofreciendo a los visitantes un abanico de maravillas naturales y tradiciones auténticas.
En este rincón, la naturaleza despliega su esplendor con cascadas impresionantes como “El Aventurero”, árboles gigantes de más de 90 años, como el imponente “Yamila”, y un bosque de bambú único. Este entorno se convierte en el escenario perfecto para caminatas y fotografías, permitiendo a los visitantes sumergirse en la exuberancia de la selva amazónica.
La cascada “El Aventurero”, ubicada en el barrio Buenaventura a 13 km de la ciudad de Zamora, ofrece diversas actividades, desde senderismo y camping hasta avistamiento de flora y fauna. Con precauciones adecuadas, los aventureros pueden disfrutar de actividades como rapel, miradores, y sumergirse en las aguas de esta hermosa cascada. La temperatura agradable de 25 °C, servicios como cabañas, estacionamiento y zonas deportivas hacen de este lugar un destino completo y accesible con una entrada de $1.00.
Timbara también alberga la riqueza cultural de la Nacionalidad Shuar, evidenciada en el Centro de Interpretación Cultural. Aquí, los visitantes pueden explorar réplicas de las tradicionales viviendas Shuar y admirar piezas tangibles e intangibles en un museo que incluye estatuas, accesorios, instrumentos musicales y una fascinante galería fotográfica. Además, los recorridos por el sendero de plantas medicinales ofrecen una conexión única con la naturaleza.
Los turistas podrán degustar la auténtica cocina Shuar y participar en recorridos que exploran plantas medicinales, riachuelos y caídas de agua, así como disfrutar de sus danzas, cantos y rituales de purificación del alma, ofreciendo a los viajeros una inmersión completa en sus tradiciones milenarias.
Este destino rural se erige como un testimonio vivo de la armonía entre la naturaleza y las tradiciones ancestrales, invitando a todos a explorar y preservar la diversidad que define a la Amazonía Sur del Ecuador.